EE.UU. Ofrece Ayuda a Cuba Pero Obstaculiza Esfuerzos de Socorro

Estados Unidos afirma estar coordinando el envío de 3 millones de dólares en ayuda humanitaria a través de la Iglesia Católica para los cubanos afectados por el huracán Melissa.

El anuncio se produjo tras tres días de comentarios en redes sociales entre políticos de Washington y La Habana, mientras las sanciones estadounidenses dificultan que otros países y organizaciones hagan llegar asistencia a quienes la necesitan tras el paso del ciclón.

El 30 de octubre, un día después de que el mundo condenara una vez más el embargo en la ONU, el secretario de Estado Marco Rubio declaró (en inglés) que la administración Trump “apoya al valiente pueblo cubano que continúa luchando por cubrir sus necesidades básicas” tras el huracán Melissa.

La declaración remediaba una publicación en X anterior en la que Rubio había excluido a Cuba de la ayuda estadounidense posterior al huracán.

Ese mismo día, el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, señaló en X que el gobierno cubano había estado en contacto con el Departamento de Estado y que estaba “en espera de precisión sobre cómo y en qué manera están dispuestos a ayudar”.

Y el 31 de octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba indicó que Estados Unidos “no ha concretado ningún ofrecimiento ni ha respondido a las interrogantes”.

Luego, el domingo, el Departamento de Estado anunció su coordinación con la Iglesia Católica para distribuir los 3 millones de dólares en ayuda.

El gobierno cubano expresó su agradecimiento por el “gesto humanitario” en un comunicado y explicó que la ayuda sería canalizada a través de Catholic Relief Services, mientras que un segundo esfuerzo de asistencia fue ofrecido por la Arquidiócesis de Miami.

La Alianza para el Compromiso y el Respeto hacia Cuba (ACERE) criticó la decisión: “Canalizar la asistencia únicamente a través de ‘socios locales’, evitando la cooperación con las autoridades públicas que gestionan los sistemas de salud, electricidad, agua y vivienda, sistemas críticos de los cuales dependen las familias tras un huracán, convierte la ayuda en un híbrido entre asistencia humanitaria y relaciones públicas”, señaló el grupo en un comunicado (en inglés).

Aunque esta ayuda de EE.UU. contribuirá a que los habitantes del oriente cubano se recuperen, los esfuerzos de reconstrucción se ven gravemente obstaculizados por las sanciones estadounidenses.

El coordinador de la ONU en Cuba, Francisco Pichón, declaró tras el paso de Melissa que las sanciones “excluyen a Cuba de las instituciones financieras internacionales”, lo que hace que el financiamiento de la respuesta al desastre sea “extremadamente difícil”.

La primera administración Trump, la de Biden y la actual han atacado las principales fuentes de ingresos de Cuba, limitando los recursos que el país puede destinar a la respuesta ante desastres. La persecución estadounidense a los buques petroleros que se dirigen a Cuba restringe el combustible disponible para evacuaciones, complica la logística de los equipos de emergencia y dificulta la entrega de ayuda humanitaria, además de agravar los apagones y mantener a los cubanos en la oscuridad.

Previous
Previous

Ucrania, Antigua Aliada de Cuba, Reduce Relaciones Diplomáticas

Next
Next

Vietnamitas Recaudan 21 Millones de Dólares para Cuba