Las cuentas confusas del Miami Herald justifican la guerra económica contra Cuba

Por Reed Lindsay y Blake Burdge

Agosto 27, 2025

Esta historia fue escrita en colaboración con Fairness & Accuracy in Reporting (FAIR).

En El Hobbit de J.R.R. Tolkien, el avaro y malvado dragón Smaug roba un inmenso tesoro y lo acumula en su guarida en la montaña. Si hemos de creer al Miami Herald, el ejército cubano sería semejante a Smaug, acumulando miles de millones de dólares en cuentas bancarias “repletas de efectivo” que habría sustraído del Estado.

En un artículo publicado el mes pasado, la periodista del Miami Herald Nora Gámez Torres afirma haber obtenido un “tesoro de documentos contables secretos” que probarían que el conglomerado dirigido por los militares cubanos, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), ha estado acumulando 18 mil millones de dólares en efectivo mientras el pueblo cubano padece una devastadora crisis económica.

“La riqueza acumulada por los militares cubanos a expensas del pueblo ya no es un secreto”, proclamó Gámez Torres. Añadió que GAESA está “exprimiendo al Estado de los fondos que podría usar para invertir en salud, energía y alimentos”. Los documentos, escribió, demuestran “que el gobierno cubano ha culpado falsamente al embargo estadounidense como única causa del empobrecimiento de la isla”.

No se presentó evidencia creíble para respaldar estas afirmaciones tan categóricas.

En cuanto a los 18 mil millones de dólares, todo indica que el Herald podría haber cometido un error garrafal al interpretar el único documento “secreto” sobre el cual parece sostenerse todo el artículo. (Para un análisis más profundo de las cifras, y de por qué tenemos más preguntas que respuestas sobre GAESA, véase nuestra entrevista con la economista Emily Morris).

Este tipo de reportajes endebles y carentes de contexto son habituales en Gámez Torres, cuyo trabajo ha sido repetidamente utilizado por el secretario de Estado Marco Rubio y otros sectores de línea dura cubanoamericanos para legitimar la guerra económica del gobierno estadounidense contra Cuba.

Cuentas poco claras

Gámez Torres afirma haber obtenido 22 estados financieros, pero el Herald solo publicó uno: una captura de pantalla de baja resolución de un balance que muestra los activos bajo control de las empresas de GAESA. Según Gámez Torres, la captura prueba que GAESA posee activos por 18 mil millones de dólares estadounidenses, de los cuales 14,5 mil millones estarían en efectivo en cuentas bancarias de fácil acceso. Incluso sostuvo que ese monto superaba las reservas de Panamá, Uruguay o Costa Rica.

Hay un problema fundamental con este supuesto hallazgo explosivo: parece basarse en una lectura errónea y evidente del único documento publicado por el Herald. Las cifras que sustentan el argumento del periódico aparecen en la columna 8, bajo el encabezado “USD”. (Véase la captura más abajo). En la parte superior de esta columna, en negritas, los activos totales figuran como casi 18 mil millones (17.895.719.315,39), y dos líneas más abajo, los activos en cuentas bancarias aparecen como unos 14,5 mil millones (14.467.838.651,66).

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Pero la celda en la esquina superior derecha del encabezado de la hoja de cálculo indica claramente que la unidad de moneda del estado financiero no son dólares estadounidenses, sino “pesos cubanos con dos decimales”. Esto sugiere que las cifras bajo la columna “USD” no son montos en dólares, sino valores convertidos a pesos cubanos. (El hecho de que tengan un signo “$” delante no es determinante; ese símbolo se usa comúnmente tanto para pesos cubanos como para dólares estadounidenses). Dado que el gobierno cubano generalmente calcula un dólar estadounidense en 24 pesos cubanos, los activos en dólares de GAESA equivaldrían a 745 millones de dólares (la veinticuatroava parte de 17,9 mil millones de pesos), es decir, alrededor del 4% de la cifra reportada por el Herald.

Hay otra razón para pensar que el Herald exageró enormemente las cifras. La hoja de cálculo suma los valores de la columna 8 —que el Herald afirma son dólares— con los de la columna 7, etiquetada como “CUP” (la abreviatura estándar de pesos cubanos). No hace falta ser contador para saber que sumar dos monedas diferentes sin convertir primero una de ellas es un disparate contable. La conclusión lógica es que ambas columnas, “USD” y “CUP”, están en la misma unidad: pesos cubanos, como indica la nota en el encabezado.

El Herald no reconoció esta aclaración en el encabezado sobre que todas las cifras estaban en pesos cubanos, aunque sí especuló que GAESA sumaría dólares y pesos como si tuvieran el mismo valor “para ocultar sus tenencias en dólares” del resto del gobierno.

Gámez Torres no explicó por qué cree que un error tan evidente podría engañar a alguien, mucho menos a los especialistas de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) o de las autoridades fiscales cubanas. Tampoco queda claro por qué piensa que el gobierno de Cuba no notaría una supuesta desviación de riqueza equivalente a casi el 50% del PIB nacional (la ONEI calculó el PIB de 2023 en 869,2 mil millones de pesos cubanos, unos 36,2 mil millones de dólares al tipo de cambio de 24:1).

No se sabe si la periodista del Herald Nora Gámez Torres está distorsionando intencionalmente la contabilidad de GAESA, cometiendo un error inocente o, por alguna razón, ocultando información que la llevó a conclusiones tan desconcertantes.

Quizás no importe, dado que su reportaje encaja con la narrativa ampliamente aceptada de que los militares cubanos se enriquecen a costa del pueblo. Lejos de ser cuestionada por su falta de estándares periodísticos, Gámez Torres está ganando prestigiosos premios y recibiendo numerosos elogios de políticos republicanos de Florida.

El argumento a favor de la guerra económica

Gámez Torres ha dedicado buena parte del último año a informar sobre GAESA. En diciembre pasado, reportó sobre documentos supuestamente filtrados de Gaviota, una empresa turística bajo el paraguas de GAESA que administra muchos hoteles y resorts en la isla. Aunque no reveló ningún documento, afirmó que la compañía y, por extensión, los militares estaban sentados sobre unos 4.300 millones de dólares. Escribió que las empresas de GAESA eran utilizadas por las fuerzas armadas para “desviar” enormes fondos públicos hacia compañías controladas por los militares, mientras los cubanos de a pie enfrentan crisis de alimentos, medicinas y combustible.

Desde entonces, Gámez Torres ha recibido elogios de políticos proembargo, quienes utilizan fragmentos de sus reportajes para impulsar sanciones cada vez más duras contra Cuba. A su vez, ella los cita con regularidad en el Miami Herald.

En un artículo sobre GAESA publicado a principios de este año, Gámez Torres citó al congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart (R-Fla.), quien alabó su “talento, determinación y bien cultivadas fuentes”. Díaz-Balart calificó sus reportajes como “esenciales para los legisladores y el pueblo estadounidense con el fin de fortalecer nuestra seguridad nacional”.

El artículo más reciente de Gámez Torres sobre GAESA ofrece otro ejemplo de esta cámara de eco: cita a Rubio citándola… a ella misma.

También incluye declaraciones de un funcionario del Departamento de Estado que recurre a su cuestionable reportaje para justificar sanciones: “La evidencia de reservas secretas en dólares en manos de GAESA, mientras el pueblo cubano carece de necesidades básicas, sirve como prueba adicional de que las acciones del presidente Trump para fortalecer la política de EE.UU. hacia el pueblo cubano fueron de la máxima importancia”.

Esta política, que equivale a una guerra económica, ha tenido consecuencias desastrosas para el pueblo cubano.

Las sanciones de “máxima presión” de Trump impuestas durante su primer mandato y en gran parte mantenidas por Biden, han buscado provocar un cambio de régimen destruyendo la economía de la isla. En los últimos ocho años, estas sanciones han hecho mella, causando escasez de combustible y medicinas y empujando a un número sin precedentes de migrantes hacia Estados Unidos.

A pesar de lo mucho que el Herald informa sobre Cuba, casi no ha dedicado cobertura al impacto de las sanciones sobre el pueblo cubano. Tampoco ha mostrado interés en investigar los millones de dólares que fluyen a través de Miami hacia activistas proembargo, ONG, medios de comunicación y políticos que han ayudado a sostener la política de la Guerra Fría del gobierno estadounidense.

En cambio, Gámez Torres minimiza regularmente el papel enormemente destructivo que ha desempeñado el embargo estadounidense en el colapso económico del país, y ridiculiza al gobierno cubano por culpar a las sanciones, su “chivo expiatorio favorito”.

El reciente intento del Herald por retratar a GAESA como Smaug es un ejemplo perfecto de por qué el gobierno cubano puede desear mantener un alto nivel de secretismo en torno a las finanzas del conglomerado. Cualquier detalle no solo podría alimentar la narrativa de que el gobierno cubano es el culpable de la crisis cada vez más profunda del país, sino que también podría proporcionar información útil a los sectores más duros, como Rubio, en sus esfuerzos por encontrar formas “creativas” de privar al Estado —y, en última instancia, a su pueblo— de recursos.

Reed Lindsay es periodista y documentalista de Belly of the Beast. Blake Burdge es fundador de Cuba Monitor en Substack.